El secretario de Energía, Javier Iguacel, destacó que la generación distribuida, que permitirá a usuarios generar energía renovable y derivar excedentes a la red, brinda “una herramienta a la gente para ahorrar plata”. Complementariamente, los miembros de su equipo estimaron en U$S 3.000 millones a U$S 4.000 millones el costo de instalación de paneles solares en techos de domicilios, y en U$S 25.000 a 30.000 en pymes.
“Este es un gran paso para tener una matriz energética sustentable y darle libertad a los clientes de la red, para que cada uno pueda tener menos dependencia o ampliar el mercado al generar (energía) dentro de su propia casa”, sostuvo Iguacel en declaraciones formuladas a la prensa.
El funcionario estimó que el repago de los equipos no superará los siete años (cuando la vida útil supera los 30 años), gracias a los mecanismos promocionales previstos en la Ley 24.724, cuya reglamentación se conoció el viernes.
Ese plazo de amortización, no obstante, “puede bajar a tres o cuatro años en provincias como Córdoba o Santa Fe, donde un usuario residencial paga en promedio una boleta de luz que triplica el valor de generación”, puntualizó el secretario.
“La energía eléctrica -explicó Iguacel- es más cara en la mayoría de las provincias por el valor de distribución, pero como la generación distribuida reduce mucho el consumo va a hacer más rentable el sistema en esos lugares, y además le va a poner presión a las distribuidoras para que bajen sus costos”, aventuró.
El funcionario precisó luego que el objetivo es llegar a los 1.000 Mw instalados en 2030 (2,8% de la potencia total actual), “para lo cual hay que empezar a promocionar, y por eso el Presupuesto prevé subsidios por $ 500 millones para la compra de equipos y otros $ 300 millones de exenciones fiscales para que las pymes instalen este sistema”.
Crecimiento exponencial
El subsecretario de Energías Renovables, Sebastián Kind, aclaró que la reglamentación de la Ley 24.724 deberá ser seguida por otras medidas aclaratorias (una resolución y disposiciones) y por la adhesión de las provincias interesadas en desarrollar el sistema.
“La tasa de crecimiento de la generación distribuida puede ser exponencial, si se tiene en cuenta que en Brasil el sistema se multiplica por dos o tres veces cada año. Y en Australia, que inició su instalación hace 10 años, ya incluye a un cuarto de los hogares con 1,8 millón de equipos y 7.000 Mw de potencia”, dijo Kind. (Télam)